Hace un tiempo os enseñé una matrioskha que había hecho a punto de cruz y alguna que otra cosita más. Eso, juntado con nuestra pasión por los bastidores (de todos los tamaños, formas y colores) ha dado como resultado que me entraran ganas de redecorar un poquito mi habitación (solo un poquito, habría tanto por dónde empezar que es complicado). Así que quité el corcho lleno de fotos, recortes y "basura" variada y lo sustituí por unos cuantos bastidores. Espero que os gusten (pd:las fotos son de baja calidad, ¡perdón!, pero es que está en un lugar complicado, con mala iluminación...Además las fotos las he hecho yo, Aída, y no el fotógrafo oficial de Coracolores, mi padre).
Me gusta el efecto decorativo de los bastidores, pero también son bastante útiles. Como os podéis imaginar tenemos la casa llena de broches; yo tengo colgados en un par de bastidores los que más me pongo.
Y aquí os dejo otra fotito de la otra pared de mi habitación (donde podéis ver también a lo que me refería con "basuras variadas"). Tengo un póster nuevecito nuevecito y un cuadro de punto de cruz que hizo mi madre hace más de diez años. Este rincón aún no ha pasado por todo el proceso de decoración: antes tenía unas lucecitas colgadas de la balda de la estantería y dentro de poco espero tener acabados los banderines que estoy haciendo estos días.
pd2: espero que os hayan gustado estos rinconcitos de mi habitación. Pronto más.
pd3: juro que las fotos en mi ordenador se ven con más calidad. En el blog me salen muy pixeladas, ¡perdón otra vez!
