Como os contaba ayer, con el jacquard no hago más que dibujar. Lo mismo me pasa para otras cosas, como para la nueva manta que está en camino. De vez en cuando hacemos votaciones en casa para ver cuál es el diseño que más gusto; yo, mientras tanto, sigo haciendo cuadraditos. También dibujo (o lo intento) cuando coso algo: cada vez que tengo que poner una cremallera tengo que pensar un montón, que a mí lo de la visión espacial se me más bien mal...o lo veo escrito o no me lo imagino.
Así que con tanto dibujo, idea, boceto, etc. se me ocurrió que ya hora de guardarlos todos juntos y no cada uno desperdigado. Como me tenga que poner ahora a repetir proyectos que ya he hecho seguro que no encuentro ni el patrón, ni el diseño, ¡ni nada! Para evitar ese caos...¿qué mejor que un cuaderno? Yo soy una enamorada de los cuadernos y a veces pienso que cuanto menos prácticos mejor. Tengo una colección enorme de cuadernitos, agendas y demás chorradas. Y sí, la mayoría en blanco. Pero con este va a ser diferente, ¡lo prometo!
He cogido una moleskine kraft y le he añadido mi toque personal. Papeles y letras de American Crafts (mi marca favorita de scrapbooking), restos de otras colecciones, un botón bordado por mí, unas pegatinas de Hambly, masking tape...y este es el resultado. Ah, a las que me sigáis a lo mejor os suena el nombre: FEELING CRAFTY. Así se llama uno de mis "boards" de Pinterest en el que voy metiendo todo lo que quiero hacer: ganchillo, punto, scrap, costura... Si aún no lo conoces pincha aquí.
Creo que la portada es mi parte favorita. Tengo ese papel desde hace años y me daba tanta pena usarlo que nunca veía el momento adecuado. Hasta ahora, ¡claro!
También he aprovechado alguna esquina para poner sellos.
¡Me encanta el sello del alfiler de la primera página!
Ahora solo me queda empezar a llenarlo. Prometo fotos más adelante.
¡Qué cuaderno más chulo te ha quedado! A mí me han regalado por mi cumple un montón de cositas para scrapbookear un álbum pero, la verdad, no sé por dónde empezar… :)
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