Ahora son los pantalones viejos o los que se han
quedado pasados de moda. Vamos cambiando el
ancho de la pata tan deprisa que no nos da tiempo
a gastar los vaqueros.
Así que para aprovecharlos un poco más he hecho
unas carteras con los bolsillos traseros.
Coloridas si quedan.
Aprovechando la tela del pantalón, se pueden
hacer con dos bolsillos.
El único problema es lo limitado de la edición, porque
ya no me quedan pantalones para reciclar y aunque
tengo muy buenos amigos que ya están buscando por
sus armarios, si tenéis alguno para tirar, estaré encantada
de recibir vuestra ayuda.